Go to travel, la política de Abe Shinzo para reactivar la economía japonesa
Hoy 22 de julio, el primer ministro Abe Shinzo dio comienzo a la iniciativa política “Go to Travel”, la política pública más ambiciosa de los últimos años, pese al continuo rebrote de COVID-19 en Tokio. Abe en una entrevista a los medios locales dejó claro que perseverando en las “tres E” (evitar espacios cerrados, espacios aglomerados y teniendo distancia espacial) se podía llevar a cabo el programa de incentivo económico y turismo sin problemas.
Esto en parte se contradice con las últimas declaraciones del ministro de salubridad, quien dejó entrever que los viajes dentro y fuera de Tokio estarían todavía cerrados, dejando dudas en los reales alcances de esta política. También el primer ministro ha recibido críticas de la oposición del parlamento, que encuentra sumamente elevado los costos del plan de recuperación y que ha impugnado o negociado varios puntos del acuerdo
Imagen promocional de la campaña Go To Travel |
¿Por qué resulta tan atractivo el plan? Actualmente, el presupuesto de esta política de incentivo tiene un valor de 1,7 trillones de yenes, uno de los presupuestos más grandes de los últimos años en materia de estímulo fiscal, dejando solo en el tema del turismo, más de 230 mil millones de yenes. El plan no solo contempla el fomentar el turismo, sino que da un salvavidas a los bares y restaurantes, empresas subcontratistas en el ámbito industrial y de transportes, junto con un plan de rescate de empresas pequeñas que quebraron por el efecto de la pandemia. Pero no solo eso, los turistas recibirán descuentos en comida, vestuario, merchandising y alojamientos, equivalentes aproximadamente a 20.000 yenes diarios y 10.000 yenes para los “viajes por el día” desde un alojamiento a otra prefectura.
La finalidad de este plan es poder reflotar la economía japonesa, que se ha mantenido en vilo luego de la suspensión de los juegos olímpicos y que no ha podido despegar, es más, el desempleo en Japón ha aumentado debido a las restricciones por el COVID-19, haciendo peligrar cerca del 80% de las empresas pequeñas que ahora no tienen retorno económico debido a la pandemia y a las políticas de confinamiento relativo que está llevando a cabo el gobierno de Abe. Esta es sin duda una posibilidad, una de las ultimas posibilidades que tiene el primer ministro de superar los problemas políticos y sociales que aumentan día a día en Japón.
Lamentablemente, pese a malos entendidos de las propias agencias japonesas, que después corrigió el ministerio de turismo, esta política es solo para residentes japoneses y viajes interiores, entendiendo que el mercado interno japonés es un gran mercado que se puede mover solo en tiempos de crisis, siempre es bueno un empujón económico, y quizás, después, se vea replicado para otros países, cuando haya pasado la pandemia.
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