Tanabata bajo la lluvia

 Las recientes inundaciones en Japón dan cuenta de una temporada de lluvias del verano más agresiva que los años anteriores, por cierto, en estas fechas hubieran comenzado los juegos olímpicos de Tokio 2020. ¿Orihime y Hikoboshi se podrán encontrar en el puente del amanogawa?

Contemos la historia completa, el tanabata es una festividad japonesa milenaria, que cuenta la historia de Orihime o en traducción literal “princesa tejedora”, hija del rey celestial Tentei. La princesa tenía como talento tejer y lo hacía a orillas del rio amanogawa (lo que es nuestra vía lacta). Hacia su tarea con tal dedicación que le impedía conocer el amor y con ello, el rey Tentei le presenta un pastor que estaba al otro lado del río, llamado Hikoboshi para que se animara y pudiera conocer más personas. La princesa y el pastor se enamoraron perdidamente a primera vista, se casaron y vivieron felices, no obstante, su amor hizo que descuidaran sus tareas de tejido y pastoreo.

Ilustración de Hikoboshi y Orihime

El rey decepcionado por el comportamiento de ellos dos los separó a cada orilla del rio, ella lloró y lloró y el rey, viendo la tristeza de su hija, le prometió que, si cumplía sus metas de trabajo, ella lo volvería a ver el séptimo día del séptimo mes. Ella aceptó inmediatamente y se dedicó a trabajar con esmero, pero cuando llegó el séptimo día del séptimo mes, efectivamente vio a Hikoboshi, pero no podía estar con él por la distancia del rio, la princesa y el pastor lloraron tanto en ese momento que una bandada de urracas que se acercaba volando observaron la situación y le prometieron que harían de puente cada año siempre y cuando no lloviera. Es así como los amantes consiguieron verse cada año, y cuando llovía, debían esperar al año siguiente para poder consumar su amor.

Esta tradición se originó debido a que en verano siempre hay una lluvia de estrellas por las fechas que se mencionan en la leyenda, ya que las lluvias generan posteriormente cielos más limpios, la tradición del tanabata consiste en que los japoneses cuelguen en palos de bambú papeles con sus deseos la noche de la lluvia de estrellas, para pedirle a Orihime y Hikoboshi que sean concedidos, posteriormente son colocados en un río o son quemados.

Las últimas lluvias han generado estragos en los poblados más rurales del Japón, han hecho los ríos más anchos y caudalosos y el cielo nublado en algunas localidades imposibilitarán el mirar el cielo. No obstante, eso, el espíritu del Tanabata se mantiene presente en la sociedad japonesa y está vigente con fuerza y esperanza en estos días de pandemia. Y para nuestros seguidores ¿cuáles son sus deseos en este tanabata?

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