Abe Shinzo, el ministro que desafía el tiempo.

 El primer ministro el día de hoy ha superado a todos los primeros ministros en ejercicio, con 2800 días en ejercicio, contando desde el 2007, cuando ejerció por primera vez. Abe ha superado a su abuelo Sato Eizaku, quien fue el jefe de gobierno en Japón desde 1964 hasta 1972 e impulsó a Japón a una nueva era de prosperidad económica. Ahora la situación es más difícil, Japón está eternamente contraído económicamente y el papel de Abe fue repotenciar la economía y relanzar la marca Japón en el mundo, y en una primera etapa pudo hacerlo con la política de las Abenomics, aunque no en un crecimiento exponencial como los de la segunda mitad del siglo XX. Las abenomics fueron la gran punta de lanza (o más bien flechas) para la economía nipona y sirvieron para estabilizar la deflación y la sobreproducción que tenía en vilo la economía japonesa a principios del siglo XXI.

En una segunda etapa, Abe pudo conquistar políticamente el sitial de inamovible del cargo de primer ministro, como líder del partido liberal demócrata japonés, no hay rivales para él en la escena política. No obstante, está peleando con las magras cifras actuales, unos juegos olímpicos fallidos, el coronavirus y la ascensión de la reelegida gobernadora de Tokio, Koike yuriko. Además de eso, la opinión pública japonesa ve en Abe Shinzo, alguien intransigente, alejado de la realidad y arrogante por la cantidad de tiempo que lleva en el poder y la falta de autocrítica en algunas situaciones actuales. Una de estas situaciones fue la aparición de su persona en un video de Gen Hoshino, un cantante y compositor japonés, famoso por su estilo de música y ligado a grupos etarios de adolescentes y adulto joven. Abe aparecía muy apacible tomando un té, mientras el cantante interpretaba un nuevo single en concordancia con el coronavirus (stay home). La reacción de las redes sociales fue de repudio y de crítica al primer ministro, ya que él se permitía tomar té, mientras millones de japoneses obligatoriamente tenían que trabajar, siendo potenciales focos de contagio, lo que demuestra una falta de confianza en la clase política, y principalmente en el jefe de gobierno.

Aun así, con toda la crítica y la aprobación en baja, Abe Shinzo es uno de los personajes más influyentes del siglo XXI japonés, y además, tiene un año más en el poder, ya que entrega el cargo en septiembre del 2021, teniendo con ello grandes desafíos, el control de la pandemia, la celebración de los juegos olímpicos, la reestructuración de la economía y dejar a Japón en la vanguardia del mundo, objetivo que se propuso desde el primer día.