El Hanko, elemento de singularidad japonesa a un souvenir turístico

 El hanko tiene un precedente milenario, este sello que tiene como principal característica, ser un elemento personal, intransferible y que sirve para identificar con su innkan las distintas diligencias y tramites tanto gubernamentales como privados. Fue visto por primera vez en Japón en el año 57 como un regalo del emperador Han de China a su homónimo japonés y recién en 1873, con la Restauración Meiji, se hizo oficial para todo tipo de trámites. ¿Por qué hablamos del hanko?, porque después de más de 147 años, el hanko deja de ser obligatorio para efectos de trámites gubernamentales, según los dichos del ministro de la reforma administrativa, Taro Kono.

Y es importante la reforma que se viene en el gobierno de Yoshihide Suga, ya que no estamos hablando solo de un instrumento de verificación personal, sino de varios elementos, ya que hay tres tipos de hanko, el burocrático, llamado Jitsuin, el bancario, llamado ginkouin y el común, llamado mitomein. El primero sirve como sello de verificación al momento de comprar bienes capitales y muebles, como casas, terrenos, automóviles, entre otros bienes y tiene registro oficial, con una tarjeta parecida al carnet de identidad. El segundo sirve cuando se abre una cuenta de banco, y tiene más importancia incluso de la identificación biométrica, aunque este sello está quedando atrás, ya que las transacciones se pueden hacer vía internet y solo funciona al contratar un servicio externo al banco. Por último, el sello común es lo que comúnmente funciona como el “recibí conforme”, “cliente final” o “la mosca”, cuando hemos recibido un paquete o necesitamos firmar algo, estos sellos, generalmente se encuentran en cualquier tienda de papelería o se puede mandar a hacer uno para que funcione como los tres sellos. En sí, estos sellos ahora sufrirán un gran cambio debido a la nueva reforma, el cual es la no obligatoriedad de estos sellos, en los trámites gubernamentales ni privados.

Esta nueva reforma, de marcado carácter modernista y con tintes de ser una necesidad autoimpuesta por el nuevo primer ministro Yoshihide Suga, se inició debido a varios inconvenientes de corte económico y de políticas públicas. Por una parte, la pandemia azotó la economía japonesa y con ello las prácticas comunes, por ejemplo ir al médico o comprar algún servicio vía internet. Como desde la época meiji se ocupaba de manera obligatoria, era imperioso para los mayores de 15 años y extranjeros residentes tener su propio hanko. Ahora el gobierno determinó que para efectos de agilizar la atención del sector privado, el hanko ya no es necesario, lo cual marca un precedente e intenta reactivar la economía, permitiendo miles de transacciones económicas que estaban cortadas por el uso del sello personal. 

También esto tiene un corte político, que es modernizar el aparato estatal y aumentar la oferta de trámites vía on-line de las páginas del gobierno, que estaban supeditadas al uso del hanko. La modernización planeada por el gobierno japonés se adelantó por la pandemia y los magros índices económicos, y una buena medida de acelerar la firma de contratos y prestaciones es eliminar el uso del hanko o dejarlo de manera digital, para poder implementar políticas de digitalización de los trámites y documentos del gobierno.

En definitiva, algo que era imprescindible para el japonés, pasará lentamente a un objeto de segunda necesidad, igualando al carácter turístico que ya tenía, donde los visitantes de Japón, se llevaban un hanko de regalo, con sus nombres o apellidos creados por máquinas expendedoras o creadas exprés por 30 minutos. Con esta medida, el gobierno japonés, intentará agilizar más del 90% de todos los trámites y transacciones que se hacen en el archipiélago nipón.

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